Pranayama o control de la bioenergía a través de la respiración

    El Yoga ha demostrado que su sistema de cultura física, en conjunción con el control respiratorio y nervioso, capacita al individuo para regular su vida biológica mediante la conservación y control de la bioenergía o Prana.

    La palabra Pranayama significa conservación y control de la bioenergía. Hay una íntima conexión entre cuerpo y mente; el Prana es el intermediario de ambos.

    Este prana o bioenergía se mueve a través de unos bien definidos canales por todo el cuerpo. Inicialmente, podemos mover esta energía a través del acto de respirar. El Pranayama debe hacerse con sumo cuidado y moderación; con movimientos lentos y suaves, nunca forzados. La sutileza es la clave para entender el Pranayama. La persona no debe sentirse cansada o exhausta con su práctica.

    La práctica del Pranayama puede proporcionarnos en una primera etapa tranquilidad, equilibrio y estabilidad. Esto se produce por la purificación y fortalecimiento del sistema nervioso. Más tarde, y mediante el aumento de la concentración, surgen distintos tipos de conocimiento.

    Los antiguos Yoguis no contaban la duración de la vida de un hombre por el número de años, sino por el numero de respiraciones. Observaron en las criaturas de la naturaleza que la respiración afectaba directamente a la duración de la vida. Un conejo respira aproximadamente 60 veces por minuto y vive entre 4 y 5 años; la tortuga, que respira aproximadamente 1 vez por minuto, puede vivir cientos de años. Así que los Yoguis apreciaron que la duración de la vida podía incrementarse controlando la respiración.

    Las técnicas tradicionales de Pranayama son muy difíciles e incluso peligrosas para el hombre actual, debido al vigor y resistencia que estas prácticas requieren. Nuestro estilo de vida es totalmente distinto y no tenemos capacidad para practicar estos Pranayamas tradicionales.

    Shri Yogendra creó varios tipos de Pranayama para la gente sencilla, personas con obligaciones familiares, laborales, etc, que disponen de poco tiempo para sí mismos, se conocen como "Pranayamas Yogendra". Los Pranayamas Yogendra son nueve: Los cuatro primeros fomentan el incremento de la capacidad pulmonar al máximo mientras que los cinco siguientes son muy similares a los Pranayamas tradicionales.

    Bases Fisiológicas: La capacidad máxima del hombre es alrededor de 7 litros y de la mujer 6. La respiración de una persona corriente es de aproximadamente 1/2 litro; con el paso del tiempo y la falta de uso la capacidad pulmonar disminuye de manera muy significativa, pudiendo llegar a atrofiarse ciertas zonas pulmonares por falta de uso adecuado. Así que se ha convertido en un imperativo en el Yoga aprender a utilizar la capacidad máxima de los pulmones, progresando gradualmente mediante ciertas técnicas respiratorias. El hombre común respira unas 15 veces por minuto. Si uno rebaja el número de respiraciones, teóricamente puede prolongar la vida. Así que la longevidad y la perfección en el Pranayama están correlacionadas.

    Bases Psicológicas: Cuando alguien está colérico su respiración es rápida y cuando está relajado es lenta y uniforme. Los Yoguis advirtieron que la respiración lenta afecta favorablemente al cerebro, tranquiliza los impulsos nerviosos y seda la mente. Por extensión de este mismo concepto descubrieron que el control sobre la respiración puede conducir al control de muchas funciones involuntarias y especialmente de muchos estados emocionales.

    Experimentos e investigaciones modernas han probado que durante la respiración lenta y armoniosa, predominan en el cerebro las ondas Alfa (de 8 a 13 por segundo). Cuando existe una dirección positiva en la vida, estas ondas nos ayudan a ser más eficaces en el trabajo y más creativos, con el mínimo gasto de energía cerebral. Además, en el estado Alfa, se reducen las distracciones mentales y consecuentemente se alcanza un estado de concentración mental y excelencia laboral. Advirtieron además, que al mantener el control sobre la respiración mediante las prácticas de Pranayama y especialmente al realizar Sunyaka (detallada más adelante) uno adquiere un flujo ampliamente creativo.

    Pranayama y Concentración: La mayor parte del tiempo nuestra mente se muestra cansada, distraída, confusa y agitada. Los psicólogos afirman que la mente puede prestar atención a un tema determinado únicamente 6 segundos; después de ese período irrumpen pensamientos irrelevantes. Como resultado, no podemos concentrarnos profundamente sobre ningún asunto por causa de esta característica mental. Si existe control sobre la respiración, las distracciones se reducen y mejora la concentración.

    Las investigaciones sobre la tecnología láser han demostrado que si los fotones de luz se dirigen unidireccionalmente a través de un rubí, se aprecia un incremento múltiple de su poder. Los antiguos Yoguis descubrieron que si la energía mental dispersa se canaliza en una sola dirección mediante el Pranayama, se multiplica la capacidad mental para penetrar en los secretos de la vida humana y la naturaleza.

    Pranayama y Espiritualidad: En la India, personas dedicadas a la vida espiritual practicaban Pranayama para romper las barreras de la oscuridad que envolvían la mente, y descubrir la verdad de los estados más puros de conciencia. De la misma forma que una bombilla cubierta de polvo no puede brillar, la mente humana envuelta por oscuridad, ignoracia y apatía no puede emitir su brillo. Con la práctica del Pranayama, integrada dentro de un estilo de vida apropiado, una dieta Sattvica (pura) y ejercicio regular, seguido de una vida ética basada en las normas del Yoga, los practicantes espirituales descubrieron que el Pranayama podía ayudarles a desarrollarse espiritualmente. Queda demostrado así, que podemos estudiar el tema del Pranayama desde el punto de vista emocional, mental, psicológico, fisiológico y espiritual. Por eso, el Dr. Jayadeva, director del Yoga Institute, incide mucho sobre la importancia del Pranayama y anima a los alumnos a que sean disciplinados y regulares en cuanto a la práctica del Pranayama para que puedan progresar en el Yoga. La práctica del Pranayama favorece la integración de aspectos sutiles de nuestra personalidad. Es la "herramienta" por excelencia de un Yogui experto para ayudarle a llenar de energía su complejo cuerpo-mente. El alumno de Yoga, necesita paciencia, perseverancia, fortaleza y, ante todo, un guía adecuado si desea experimentar los efectos balsámicos del Pranayama.